Educación ayer y hoy
Dr. Hendry Luzardo
La educación es la razón de
ser del presente y la fuerza que motoriza el futuro de la sociedad. Hablar de
la educación sobre hace 20 años y compararla con el presente, representa para
cualquier educador la oportunidad de reflexionar sobre esta espina dorsal que
mueve el mundo y sobre la cual reposa el futuro de la sociedad en todas sus
formas y aspectos, ya que la educación, es la base del desarrollo.
El nuevo siglo exige
constantemente a los sistemas educativos una actualización continua, no solo en
lo académico, sino en lo social, ético y
moral, interpelando diariamente a una sociedad cambiante que vive una realidad
bombardeada por los medios de comunicación, la economía, la política, la
globalización y los antivalores.
Tomar conciencia acerca del
panorama educativo actual implica estudiarlo desde diferentes aspectos, sin
pretender abarcarlos todos, ni agotarlos en su estudio. A continuación se
presenta una visión analítica-sintética del panorama educativo de ayer y hoy,
tomando como referencia cronológica la última década del siglo XX hasta nuestros días, a partir de sus fines,
objetivos, exigencias, beneficiarios, prerrogativas, legislación y la familia.
Fines
de la educación
Hablar de fines de la
educación representa un basamento clave para comprender la evolución de la
educación e interpretarla en el presente. A lo largo de los años, diversos organismos
internaciones han planteado sus ideas en cuanto a la finalidad de la Educación:
Por ejemplo, en la Declaración
universal de los derechos humanos, artículo 26.2, se señala que “La educación
tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre
todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el
desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz”. (Asamblea General de las Naciones Unidas,
1948)
Por otra parte, en el
artículo 29 de la Convención de los
Derechos del Niño, se establece como fines de la educación “a) Desarrollar la personalidad, las
aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus
posibilidades; b) Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las
libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las
Naciones Unidas; c) Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia
identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del
país en que vive, del país de que sea originario y de las civilizaciones
distintas de la suya; d) Preparar al niño para asumir una vida responsable en una
sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos
y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y
personas de origen indígena; e) Inculcar al niño el respeto del medio ambiente
natural.” (UNICEF, 1989)
Finalmente, es imposible
dejar de mencionar el informe a la UNESCO de la Comisión Internacional para la
Educación del Siglo XX, denominado La Educación encierra un Tesoro, donde se
establece que la finalidad principal de la educación es el pleno desarrollo del
ser humano en su dimensión social. Se define como vehículo de las culturas y
los valores, como construcción de un espacio de socialización y como crisol de
un proyecto común”. (Delors, 1996)
En el caso de Venezuela, hace
20 años la fines de la educación estaban establecidos en la Ley de Educación (1980), Artículo 3º donde se establecía que “La educación tiene
como finalidad fundamental el pleno desarrollo de la personalidad y el logro de
un hombre sano, culto, critico y apto para convivir en una sociedad
democrática, justa y libre basada en la familia como célula fundamental y en la
valorización del trabajo; capaz de participar activa, consciente y solidariamente
en los procesos de transformación social, consustanciado con los valores de la
identidad nacional y con la comprensión, la tolerancia, la convivencia y las
actitudes que favorezcan el fortalecimiento de la paz entre las naciones y los
vínculos de integración y solidaridad latinoamericana.” (Asamblea Nacional, 1980)
Como se puede apreciar los
Fines de la Educación tienen un extenso grado de abstracción y son de carácter
general, pero comparando los documentos internacionales con la Ley de 1980
estaban en plena concordancia.
En la
actualidad los fines de la educación a nivel internacional son discutidos por
el Foro Mundial de Educación, y en la edición 2012 han establecido
categóricamente que es necesario modificarlos. El Documento de posición “La educación que precisamos para el mundo que
queremos” (en 4 idiomas) elaborado por el Grupo de Trabajo de Educación
con miras a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible Río +20, formado por: El Consejo Internacional de Educación de
Personas Adultas (ICAE), el Foro Mundial de Educación (FME), la Campaña
Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), el Consejo de Educación
de Adultos de América Latina (CEAAL) , la Jornada de Educación Ambiental para
Sociedades Sustentables y Responsabilidad Global, la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales (FLACSO), la Internacional de la Educación, la Red de
Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe (REPEM),
establecen que: “Resulta fundamental resignificar nuevamente los fines y
prácticas de la educación, en el particular contexto de disputa de sentidos,
caracterizado a la vez por la subordinación mayoritaria de las políticas
públicas al paradigma del capital humano, y en contravía, la emergencia desde
el movimiento social, de paradigmas alternativos que buscan restituir el
carácter de derecho y de proyecto ético y político a la práctica educativa.” (Foro Mundial de Educación, 2012)
Además
aclaran que, “Si en el contexto actual,
la finalidad de la educación es producir mano de obra para la producción y el
consumo, entonces ¿quién va a formar ciudadanos-as? El capital humano reduce
las capacidades humanas a la función de producir mayor riqueza en las
condiciones sociales existentes, que implican grandes desigualdades. Las y los
ciudadanos, por el contrario, tienen el deber de cuestionar dichas condiciones
cuando producen injusticia, discriminación, envilecimiento, y ponen en riesgo
la vida en el planeta. En este sentido, es urgente rescatar la noción de
Educación como derecho humano, en sus dimensiones formal, no formal e informal,
abrir su mirada a la democratización de las sociedades para formar ciudadanías
críticas, capaces de vincularse a movimientos que reclamen una transformación
del orden social, con miras a una mayor justicia social y ambiental, con la
intención de entender y discutir soluciones a los problemas de escala
planetaria”. (Foro Mundial de Educación, 2012)
Esta última afirmación devela que en los últimos
20 años, dando primacía a lo económico, se han
tergiversado los fines de la educación, al aseverar que la finalidad actual de
la educación es producir mano de obra para la producción y el consumo, y en
menos grado la formación de ciudadanos.
En este mismo orden de ideas, Venezuela, en la nueva Ley Orgánica de
Educación en el artículo 15, establece
los siguientes fines:
La educación, conforme a los
principios y valores de la Constitución de la República y de la presente Ley,
tiene como fines:
Desarrollar el potencial creativo de cada ser humano para
el pleno ejercicio de su personalidad y ciudadanía, en una sociedad democrática
basada en la valoración ética y social del trabajo liberador y en la
participación activa, consciente, protagónica, responsable y solidaria, comprometida
con los procesos de transformación social y consustanciada con los principios
de soberanía y autodeterminación de los pueblos, con los valores de la
identidad local, regional, nacional, con una visión indígena, afrodescendiente,
latinoamericana, caribeña y universal.
Desarrollar una nueva cultura política fundamentada en la
participación protagónica y el fortalecimiento del Poder Popular, en la
democratización del saber y en la promoción de la escuela como espacio de
formación de ciudadanía y de participación comunitaria, para la reconstrucción
del espíritu público en los nuevos republicanos y en las nuevas republicanas
con profunda conciencia del deber social.
Formar ciudadanos y ciudadanas a partir del enfoque
geohistórico con conciencia de nacionalidad y soberanía, aprecio por los
valores patrios, valorización de los espacios geográficos y de las tradiciones,
saberes populares, ancestrales, artesanales y particularidades
culturales de las diversas regiones del país y desarrollar en los ciudadanos y
ciudadanas la conciencia de Venezuela como país energético y especialmente
hidrocarburífero, en el marco de la conformación de un nuevo modelo productivo
endógeno.
Fomentar el respeto a la dignidad de las personas y la
formación transversalizada por valores éticos de tolerancia, justicia,
solidaridad, paz, respeto a los derechos humanos y la no discriminación.
Impulsar la formación de una conciencia ecológica para
preservar la biodiversidad y la sociodiversidad, las condiciones ambientales y
el aprovechamiento racional de los recursos naturales.
Formar en, por y para el trabajo social liberador, dentro
de una perspectiva integral, mediante políticas de desarrollo humanístico,
científico y tecnológico, vinculadas al desarrollo endógeno productivo y sustentable.
Impulsar la integración latinoamericana y caribeña bajo
la perspectiva multipolar orientada por el impulso de la democracia
participativa, por la lucha contra la exclusión, el racismo y toda forma de
discriminación, por la promoción del desarme nuclear y la búsqueda del
equilibrio ecológico en el mundo.
Desarrollar la capacidad de abstracción y el pensamiento
crítico mediante la formación en filosofía, lógica y matemáticas, con métodos
innovadores que privilegien el aprendizaje desde la cotidianidad y la
experiencia.
Desarrollar un proceso educativo que eleve la conciencia
para alcanzar la suprema felicidad social a través de una estructura
socioeconómica incluyente y un nuevo modelo productivo social, humanista y
endógeno. (Asamblea Nacional, 2009)
Como se puede apreciar en
los distintos numerales del artículo, en la República Bolivariana de Venezuela
los fines de la Educación, aunque presentan un tinte político socialista,
presentan una visión integral de la formación del ciudadano, sin olvidar la
formación para el desarrollo económico del país.
Objetivos
de la Educación
Los objetivos de la
educación, hacen referencia a resultados esperados como consecuencia de los
fines, es decir, es su concreción y operacionalización. A nivel internacional,
en el año 1990, a través de la Declaración mundial sobre educación para todos y
Marco de acción para la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje,
aprobada por la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos, en su artículo
1, se establecen los objetivos de la Educación,
a saber:
1. Cada
persona-niño, joven o adulto- deberá estar en condiciones de aprovechar las
oportunidades educativas ofrecidas para satisfacer sus necesidades básicas de
aprendizaje. Estas necesidades abarcan tanto las herramientas esenciales para
el aprendizaje (como la lectura y la escritura , la expresión oral , el
cálculo, la solución de problemas) como los contenidos básicos del aprendizaje
(conocimientos teóricos y prácticos, valores y actitudes) necesarios para que los
seres humanos puedan sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades , vivir
y trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo , mejorar la
calidad de su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo. La
amplitud de las necesidades básicas de aprendizaje y la manera de satisfacerlas
varían según coda país y coda cultura y cambian inevitablemente con el
transcurso del tiempo.
2.
La satisfacción de estas necesidades confiere
a los miembros de una sociedad la posibilidad y, a la vez, la responsabilidad
de respetar y enriquecer su herencia cultural , lingüística y espiritual común
, de promover la educación de los demás, de defender la causa de la justicia
social, de proteger el media ambiente y de ser tolerante con los sistemas
sociales, políticos y religiosos que difieren de los propios, velando por el
respeto de los valores humanistas y de los derechos humanos comúnmente
aceptados, así como de trabajar por la paz y la solidaridad internacionales en
un mundo interdependiente.
3.
Otro objetivo, no menos esencial, del
desarrollo de la educación es la transmisión y el enriquecimiento de los
valores culturales y morales comunes. En esos valores asientan el y la sociedad
su identidad y su dignidad.
4.
La educación básica es más que un fin en sí
misma. Es la base para un aprendizaje y un desarrollo humano permanentes sobre
el cual los países pueden construir sistemáticamente nuevos niveles y nuevos
tipos de educación capacitación. (UNESCO, 1990)
En la actualidad los
objetivos han cambiado significativamente y la UNESCO plantea seis objetivos
fundamentales con el propósito de llegar a satisfacer las necesidades de
aprendizaje de todos los niños, jóvenes y adultos a más tardar en 2015. (UNESCO, 2012)
Objetivo 1
Extender y mejorar la protección y
educación integral de la primera infancia, especialmente para los niños más vulnerables
y desfavorecidos.
Objetivo 2
Velar por que antes del año 2015 todos
los niños, y sobre todo las niñas y los niños que se encuentran en situaciones
difíciles, tengan acceso a una enseñanza primaria gratuita y obligatoria de
buena calidad y la terminen.
Objetivo 3
Velar por que las necesidades de
aprendizaje de todos los jóvenes y adultos se satisfagan mediante un acceso
equitativo a un aprendizaje adecuado y a programas de preparación para la vida
activa.
Objetivo 4
Aumentar de aquí al año 2015 el número
de adultos alfabetizados en un 50%, en particular tratándose de mujeres, y
facilitar a todos los adultos un acceso equitativo a la educación básica y la
educación permanente.
Objetivo 5
Suprimir las disparidades entre los
géneros en la enseñanza primaria y secundaria de aquí al año 2005 y lograr
antes del año 2015 la igualdad entre los géneros en relación con la educación,
en particular garantizando a las jóvenes un acceso pleno y equitativo a una
educación básica de buena calidad, así como un buen rendimiento.
Objetivo 6
Mejorar todos los aspectos
cualitativos de la educación, garantizando los parámetros más elevados, para
conseguir resultados de aprendizajes reconocidos y mensurables, especialmente
en lectura, escritura, aritmética y competencias prácticas.
Si se comparan los objetivos de hace
20 años, con los propuestos, en este caso por la UNESCO se nota con claridad
que estos últimos tienen un marcado énfasis social, mientras que hace 20 años,
en éstos prevalecía lo axiológico y académico.
Exigencias
de la educación
En cuanto a las exigencias
planteadas por la educación hace 20 años y la actual se pueden plantear varios
aspectos, pero en este caso se tomarán en cuenta los siguientes: visión de la
escuela, el docente y los estudiantes.
En cuanto a la visión de la
escuela, hace dos décadas era considerada como una oportunidad social y no como
una obligatoriedad para todos los niños y jóvenes, era un sitio casi sagrado
compuesto por normas y donde se promulgaban valores y verdades muchas veces
incuestionables. En la actualidad la escuela muchas veces es vista como una
guardería de niños, como el lugar donde los cuidan y en otros casos es vista
como una empresa más.
En lo referente al docente
se puede decir que hace 20 años la profesión gozaba de prestigio a pesar que
nunca ha sido bien remunerada, al menos en Latinoamérica; los niveles de
exigencia académica eran mayores y era considerada fundamentalmente como una
vocación. En la actualidad es una carrera cuestionada socialmente, con bajo
prestigio, con pocas exigencias para su ingreso a las universidades, con
beneficios laborales mínimos y especialmente caracterizada por una falta de
motivación y dedicación laboral.
Si se habla de los estudiantes, sin duda, sus
exigencias y demandan estaban basadas en la formación y el conocimiento, pero
en la actualidad con la aparición de las Tecnología de información y
comunicación, y unido a estos múltiples distractores sociales lo académico ha
quedado en un segundo plano. Los alumnos del siglo XXI son el fruto de una
sociedad acelerada, donde la igualdad de funciones entre hombres y mujeres
reduce, cada día, la posibilidad de
compartir con los hijos, por lo que se ven obligados a delegar su educación en
personas extrañas, en computadoras,
videojuegos y especialmente en la televisión, la cual ocupa el lugar
central en el diseño del hogar.
Esta realidad social produce
en los niños y jóvenes de hoy diferencias generacionales marcadas donde los
sistemas tradicionales de enseñanza no
representan la motivación adecuada a sus expectativas, ya que están
sobre-estimulados o saturados de información y de experiencias culturales
multimediáticas; generando un problema mayor como el bajo rendimiento escolar,
problemas de conducta, deserción, entre otros.
Referencias
bibliográficas y electrónicas
·
Asamblea General de las Naciones Unidas. (1948). Declaración
Universal de los Derechos Humanos. Recuperado el 30 de marzo de 2013, de http://www.cmdlt.edu.ve/04-institucion/pdfs/Declaracion%20Derechos%20Humanos%201948.pdf
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Venezuela.
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Asamblea Nacional. (2009). Ley
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Repçublica Bolivariana de Venezuela.
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Delors, J. (1996). La
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Foro Mundial de Educación.
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